En pleno Casco Antiguo de Logroño, a unos pasos del Paseo del Espolón, hay una calle que resiste al paso del tiempo sin renunciar a evolucionar. Un lugar donde los comercios conviven con bares de pinchos premiados, donde se celebran fiestas de barrio y se saludan los vecinos por su nombre. Una calle con historia, con sabor y sobre todo, con alma. Bienvenidos a la Calle San Juan de Logroño.
Ubicada en pleno corazón de Logroño, se accede a ella desde varias calles importantes: Muro del Carmen, Marqués de Vallejo, la Travesía de San Juan o Ollerías. Tiene apenas 150 metros de largo, pero en ese corto tramo se concentra un mundo de sensaciones. Es fácil pasar de largo… y un error no detenerse.
Lo que hace única a la Calle San Juan no son solo sus bares o su historia, sino su vida de barrio, algo cada vez más escaso en los centros urbanos. Aquí, los vecinos se conocen, participan en actividades comunes y organizan sus fiestas patronales cada 24 de junio, en honor a San Juan. Esa mezcla entre raíces rurales y dinamismo urbano da como resultado un ambiente cálido, acogedor y real.
La Calle San Juan es una calle vivida, no solo visitada.
Aunque la gastronomía tiene un gran peso, la actividad comercial sigue muy viva. Aquí no encontrarás grandes cadenas ni escaparates impersonales. Lo que verás son negocios familiares, tiendas especializadas y comercios de toda la vida que siguen resistiendo con autenticidad. Si te das una vuelta a la manzana , muy unida a la Concatedral de la Redonda podrás descubrir varios comercios y talleres que dan vida a la Calle Portales y La San Juan.
Hay Muchos más, este equilibrio entre comercio tradicional y vida cotidiana convierte a la calle en un ejemplo de convivencia urbana sostenible, donde cada puerta tiene su historia y cada escaparate, su personalidad. En Holiwopp queremos dar la máxima visibilidad a estos comercios y que el turista valore Logroño no solo por su gastronomía , si no también por sus costumbres, tradiciones y como no, por su comercio Local .
Donde la Calle San Juan brilla con luz propia es en su oferta gastronómica. Aunque no tan conocida como la Calle Laurel, cada vez son más los visitantes que la prefieren por su ambiente relajado y su cocina de calidad. Aquí, el chiquiteo se disfruta sin prisa, con copas de vino Rioja bien servidas y pinchos que combinan lo clásico y lo moderno.
En apenas unos metros encontrarás 26 bares y restaurantes con identidad propia. Algunos de ellos forman parte de la Guía Michelin o aparecen en rankings gastronómicos nacionales:
Cada establecimiento tiene su especialidad: croquetas caseras, carrilleras, ensaladillas únicas, foie con frutas, setas a la plancha, callos, tartar de atún, pinchos veganos, tostas de queso de cabra con cebolla caramelizada, y un largo etcétera.
Además, muchos de ellos participan en concursos de pinchos de La Rioja, lo que garantiza una rotación y renovación constante de la oferta gastronómica.
Postre de Papin Dulce.
La calle era conocida antiguamente como Ollerías Bajas, ya que en ella se instalaban los olleros o alfareros que trabajaban el barro. Era un callejón sin salida hasta mediados del siglo XIX. En 1855 se derribó el edificio que la cerraba y se conectó con lo que hoy es la Glorieta del Doctor Zubía.
En 2011, se colocaron placas decorativas en el suelo con ilustraciones de monumentos importantes de Logroño y La Rioja. Un homenaje gráfico que convierte el paseo por San Juan en una especie de museo al aire libre, lleno de guiños a la historia local.
Ambas calles son templos del tapeo. Pero no son lo mismo. Si quieres vivir Logroño como un logroñés, tu sitio es San Juan de Logroño. Si quieres hacerte un selfie entre multitudes con un pincho en la mano… entonces Laurel.
Pincho de Tastavin.
En Holiwopp te invitamos a recorrer la Calle San Juan sin prisas, con los ojos bien abiertos y el paladar preparado. Es un lugar para saborear la ciudad, para hablar con los de aquí, para comprar algo único o simplemente para dejarte llevar.
Y si quieres que la experiencia sea redonda, combina tu visita con:
📍 Ver Calle San Juan en Google Maps
No es solo una calle. Es un resumen perfecto de lo que es Logroño: tradición, gastronomía, cultura, vino, comercio local y gente auténtica. Si vienes, lo entenderás. Y seguro que repetirás.
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